El Comportamiento del Gato
Se debe tener presente que el gato no es un perro pequeño, son animales muy diferentes. Sus necesidades, hábitos y comportamiento no tienen nada parecido entre sí. El gato es un animal que
se ha acercado al hombre y fue domesticado por este, muy recientemente comparándolo al perro. Esto significa que sus hábitos e instintos están todavía presentes en el.
Es en base a ellos que su comportamiento frente a nosotros es peculiar.
Se nos presenta amigable y cariñoso pero jamás servil, es muy independiente y eso es lo que le hace idóneo para las personas que pasan muchas horas fuera de casa. Al regresar, encuentra a su gato maullando suavemente como dando la bienvenida a casa.
Básicamente si estudiamos a los gatos salvajes, comprobamos que no son animales sociales que formen grupos o manadas, sino seres individualistas que tienen sus territorios de caza bien delimitado y en el que no puede entrar otro gato macho. Tampoco hay manadas de hembras comandadas por un jerarca macho.
Desarrollo psicológico del gato
Al nacer, el gato no comprende nada, abandonado a su suerte, moriría como cualquier otro mamífero.
• Durante las tres primeras semanas de vida se alcanza el punto máximo de aprendizaje, a partir del cual este va disminuyendo paulatinamente hasta los tres meses en donde prácticamente el gato ya lo ha aprendido todo.
Esto no quiere decir que no pueda aprender nunca nada más.
•Su sociabilización está completa cuando el gato llega a nosotros.
•Es más precoz que en el perro y eso presenta bastantes ventajas con lo respecto al mejor amigo del hombre.
o El gato ya sabe dónde hacer sus necesidades, y ha aprendido de su madre cual es el comportamiento que se espera de un gato y no medirá sus fuerzas con nosotros para el control del territorio.
o Cuando alguien encuentra un cachorro abandonado y le da lactación artificial, este aprendizaje lo realiza de la persona que lo alimenta y por lo tanto, copia el modelo humano como referencia.
La territoriedad en los gatos.
Existe una gran diferencia en cuanto a la concepción de un territorio entre los gatos salvajes y los callejeros. Estos últimos si forman grupos, aunque no muy cohesionados, viven más que conviven, en el mismo sitio, pero ciertamente son más sociables.
•Campos territoriales:
Los gatos comparten territorio pero no realizan una autentica jerarquización.
Los gatos no necesitan aprender donde hacer sus necesidades.
•Campos de Actividades
Los utilizan para desarrollar actividades determinadas:
1.Caza
2.Alimentación (cubos de basura)
3.Juegos
•Campo de aislamiento
Por lo general escogen zonas altas:
1.Arboles
2.Cornisas
3.Vigas
•Campo de agresión
Es función de su estado emocional o de salud puede tolerar cierto número de intrusos
•Zona Totalmente Privada
La entrada en el , hace que se desencadene la respuesta agresiva, que se manifiesta arqueando el lomo, erizando el pelo y avanzando hacia el intruso, caminando lateralmente mientras resopla, se detiene justo antes de llegar a él; si el intruso no huye, le orina; si tampoco, así consigue echarlo, le araña y le muerde.
Los Marcajes Territoriales
Suelen ser de dos tipos:
1.De identificación
Las realizan con unas glándulas que poseen en la cabeza y las frota contra el objeto a marcar.
2.De territorialidad
Existen dos tipos: Olfativas y físicas
1.Señales Olfativas:
En los machos es el principal, en las hembras secundario
Arañazos y depósito de secreciones de almohadillas plantares.
Las realizan sobre zonas muy visibles: troncos de árboles. Cuando un gato los ve, sabe que allí hay otro gato, husmea y puede reconocer el sexo e incluso su estado fisiológico.
Es el marcaje preferencial, por lo tanto lo más importante es que este bien visible.
se ha acercado al hombre y fue domesticado por este, muy recientemente comparándolo al perro. Esto significa que sus hábitos e instintos están todavía presentes en el.
Es en base a ellos que su comportamiento frente a nosotros es peculiar.
Se nos presenta amigable y cariñoso pero jamás servil, es muy independiente y eso es lo que le hace idóneo para las personas que pasan muchas horas fuera de casa. Al regresar, encuentra a su gato maullando suavemente como dando la bienvenida a casa.
Básicamente si estudiamos a los gatos salvajes, comprobamos que no son animales sociales que formen grupos o manadas, sino seres individualistas que tienen sus territorios de caza bien delimitado y en el que no puede entrar otro gato macho. Tampoco hay manadas de hembras comandadas por un jerarca macho.
Desarrollo psicológico del gato
Al nacer, el gato no comprende nada, abandonado a su suerte, moriría como cualquier otro mamífero.
• Durante las tres primeras semanas de vida se alcanza el punto máximo de aprendizaje, a partir del cual este va disminuyendo paulatinamente hasta los tres meses en donde prácticamente el gato ya lo ha aprendido todo.
Esto no quiere decir que no pueda aprender nunca nada más.
•Su sociabilización está completa cuando el gato llega a nosotros.
•Es más precoz que en el perro y eso presenta bastantes ventajas con lo respecto al mejor amigo del hombre.
o El gato ya sabe dónde hacer sus necesidades, y ha aprendido de su madre cual es el comportamiento que se espera de un gato y no medirá sus fuerzas con nosotros para el control del territorio.
o Cuando alguien encuentra un cachorro abandonado y le da lactación artificial, este aprendizaje lo realiza de la persona que lo alimenta y por lo tanto, copia el modelo humano como referencia.
La territoriedad en los gatos.
Existe una gran diferencia en cuanto a la concepción de un territorio entre los gatos salvajes y los callejeros. Estos últimos si forman grupos, aunque no muy cohesionados, viven más que conviven, en el mismo sitio, pero ciertamente son más sociables.
•Campos territoriales:
Los gatos comparten territorio pero no realizan una autentica jerarquización.
Los gatos no necesitan aprender donde hacer sus necesidades.
•Campos de Actividades
Los utilizan para desarrollar actividades determinadas:
1.Caza
2.Alimentación (cubos de basura)
3.Juegos
•Campo de aislamiento
Por lo general escogen zonas altas:
1.Arboles
2.Cornisas
3.Vigas
•Campo de agresión
Es función de su estado emocional o de salud puede tolerar cierto número de intrusos
•Zona Totalmente Privada
La entrada en el , hace que se desencadene la respuesta agresiva, que se manifiesta arqueando el lomo, erizando el pelo y avanzando hacia el intruso, caminando lateralmente mientras resopla, se detiene justo antes de llegar a él; si el intruso no huye, le orina; si tampoco, así consigue echarlo, le araña y le muerde.
Los Marcajes Territoriales
Suelen ser de dos tipos:
1.De identificación
Las realizan con unas glándulas que poseen en la cabeza y las frota contra el objeto a marcar.
2.De territorialidad
Existen dos tipos: Olfativas y físicas
1.Señales Olfativas:
En los machos es el principal, en las hembras secundario
Arañazos y depósito de secreciones de almohadillas plantares.
Las realizan sobre zonas muy visibles: troncos de árboles. Cuando un gato los ve, sabe que allí hay otro gato, husmea y puede reconocer el sexo e incluso su estado fisiológico.
Es el marcaje preferencial, por lo tanto lo más importante es que este bien visible.
La Dominancia y la Sumisión
El factor de dominancia no está basado solamente en la fuerza, se basa en el sistema de comunicación de los perros.
Al querer comer o en las demás formas de relación social, existen toda una serie de pautas de comportamiento no verbal que inciden en que un perro sea considerado dominante por lo demás.
SEÑALES DE DOMINANCIA:
1.Contracción muscular
2.Erizamiento de pelo
3.Mostrar los caninos arrugando el morro
4.Avance hacia el adversario
5.Cola erguida
Los hijos de madres dominantes suelen s también dominantes, pero aunque existe una estrecha relacion genetica en ello el aprendizaje tiene una importancia determinante en su asentamiento y desarrollo.
Hay tres elementos de manifestación social de dominancia:
1.El macho dominante será el primero en comer. Pero debe hacerlo delante de los demás para que tenga valor de signo de dominancia.
2.En la monta de una hembra en celo, el dominante es quien copula primero.
3.Un tercer elemento es que se manifiesta la dominancia es la cama, el lugar donde se duerme. El dominante escoge el lugar, que, lógicamente, siempre es el mejor.
Los cachorros de hembras dominantes aprenden estas conductas con facilidad y no emitirán señales de miedo, como en el caso de los cachorros de hembras no dominantes, los cuales avanzaran más lenta y dubitativamente, con la cabeza agachada o tumbándose en el suelo y levantando la pata trasera, comportamientos todos ellos de sumisión, cuya finalidad es tranquilizar al adversario y evitar la pelea.
Al querer comer o en las demás formas de relación social, existen toda una serie de pautas de comportamiento no verbal que inciden en que un perro sea considerado dominante por lo demás.
SEÑALES DE DOMINANCIA:
1.Contracción muscular
2.Erizamiento de pelo
3.Mostrar los caninos arrugando el morro
4.Avance hacia el adversario
5.Cola erguida
Los hijos de madres dominantes suelen s también dominantes, pero aunque existe una estrecha relacion genetica en ello el aprendizaje tiene una importancia determinante en su asentamiento y desarrollo.
Hay tres elementos de manifestación social de dominancia:
1.El macho dominante será el primero en comer. Pero debe hacerlo delante de los demás para que tenga valor de signo de dominancia.
2.En la monta de una hembra en celo, el dominante es quien copula primero.
3.Un tercer elemento es que se manifiesta la dominancia es la cama, el lugar donde se duerme. El dominante escoge el lugar, que, lógicamente, siempre es el mejor.
Los cachorros de hembras dominantes aprenden estas conductas con facilidad y no emitirán señales de miedo, como en el caso de los cachorros de hembras no dominantes, los cuales avanzaran más lenta y dubitativamente, con la cabeza agachada o tumbándose en el suelo y levantando la pata trasera, comportamientos todos ellos de sumisión, cuya finalidad es tranquilizar al adversario y evitar la pelea.
EL Liderazgo
Cuando el perro intenta establecer el lugar que ocupara en la jerarquía procurara siempre ser el primero, para ir descendiendo, de uno en uno, mientras vaya encontrando otros que sean
superiores a él.
Esta peculiaridad es la responsable de que ante la ausencia de alguien capaz de reprimirle, el perro termina por convertirse en el líder.
Dada su conducta social y su componente genético, el perro necesita mandar o ser mandado, no acepta ni entiende la igualdad, pues no está preparado para ella. La naturaleza no entiende de bien o de mal, de justicia o injusticia, solo entiende de eficacia, de utilidad y de adaptación. El perro, por lo tanto, no entiende la igualdad, y si nosotros intentamos comportarnos con el como un compañero, él lo interpretara como un signo de debilidad y su dotación genética le indica que no puede seguir a un líder débil, pues peligra la subsistencia del grupo, y quizá de la especie, a estar este descabezado y dirigido por un inepto, lo cual crea en la mente del perro una sensación de angustiosa inseguridad que le impulsa a tomar él el mando.
No podemos dejarnos arrastrar por los ojos tristes y conmovedores de nuestros perros, anhelantes de un trozo de carne de nuestra mesa. Si sucumbimos a ello, le estamos indicando en su lenguaje, otra cosa bien diferente a la generosidad.
El propietario debe ser el líder de su perro, no existe otra posibilidad.
superiores a él.
Esta peculiaridad es la responsable de que ante la ausencia de alguien capaz de reprimirle, el perro termina por convertirse en el líder.
Dada su conducta social y su componente genético, el perro necesita mandar o ser mandado, no acepta ni entiende la igualdad, pues no está preparado para ella. La naturaleza no entiende de bien o de mal, de justicia o injusticia, solo entiende de eficacia, de utilidad y de adaptación. El perro, por lo tanto, no entiende la igualdad, y si nosotros intentamos comportarnos con el como un compañero, él lo interpretara como un signo de debilidad y su dotación genética le indica que no puede seguir a un líder débil, pues peligra la subsistencia del grupo, y quizá de la especie, a estar este descabezado y dirigido por un inepto, lo cual crea en la mente del perro una sensación de angustiosa inseguridad que le impulsa a tomar él el mando.
No podemos dejarnos arrastrar por los ojos tristes y conmovedores de nuestros perros, anhelantes de un trozo de carne de nuestra mesa. Si sucumbimos a ello, le estamos indicando en su lenguaje, otra cosa bien diferente a la generosidad.
El propietario debe ser el líder de su perro, no existe otra posibilidad.
EL comportamiento del perro I
La jerarquía social
El perro, en su patrimonio genético, es portador de la necesidad imperiosa de establecer unas relaciones jerárquicas dentro de las cuales se siente a gusto. Si no se las permitiéramos establecer, se sentiría como huérfano.
El perro al igual que el lobo es un animal jerárquico. En cuanto introducimos un perro nuevo dentro de una perrera colectiva, donde hay otros machos más antiguos, todos ellos empiezan a olfatearse mutuamente para reconocerse. Si el que ha entrado nuevo adopta el papel sumiso, el resto de los machos lo suelen aceptar sin grandes problemas. Se inicia un enfrentamiento gestual entre todos ellos, con la finalidad de establecer el lugar que ocupara este nuevo elemento dentro de la jerarquía existente.
Aunque la situación descrita no es la más habitual entre los perros que nos acompañan. La mayoría de los casos están comprendidos en una de las categorías siguientes:
•Perros de compañía que viven con una familia.
•Perros de guarda de una casa con una familia.
•Perros de guarda de fábricas, empresas de seguridad, etc.
•Perros de caza, que pueden convivir con una familia o con una jauría.
Cabría pensar que todos estos grupos de perros que acabamos de mencionar, debido a que están muy alejados del ambiente primigenio del lobo, se han adaptado a las nuevas circunstancias y no necesitan la jerarquía, no ha ocurrido así. Siguen siendo en líneas generales muy jerárquicos.
El motivo de que, pese a la selección a la que han estado sometidos los perros, conserven esta características es que esta es de gran utilidad para el hombre. Y uno de los aspectos que demuestran que un perro esta adecuadamente jerarquizado es que se deje cepillar.
El perro, en su patrimonio genético, es portador de la necesidad imperiosa de establecer unas relaciones jerárquicas dentro de las cuales se siente a gusto. Si no se las permitiéramos establecer, se sentiría como huérfano.
El perro al igual que el lobo es un animal jerárquico. En cuanto introducimos un perro nuevo dentro de una perrera colectiva, donde hay otros machos más antiguos, todos ellos empiezan a olfatearse mutuamente para reconocerse. Si el que ha entrado nuevo adopta el papel sumiso, el resto de los machos lo suelen aceptar sin grandes problemas. Se inicia un enfrentamiento gestual entre todos ellos, con la finalidad de establecer el lugar que ocupara este nuevo elemento dentro de la jerarquía existente.
Aunque la situación descrita no es la más habitual entre los perros que nos acompañan. La mayoría de los casos están comprendidos en una de las categorías siguientes:
•Perros de compañía que viven con una familia.
•Perros de guarda de una casa con una familia.
•Perros de guarda de fábricas, empresas de seguridad, etc.
•Perros de caza, que pueden convivir con una familia o con una jauría.
Cabría pensar que todos estos grupos de perros que acabamos de mencionar, debido a que están muy alejados del ambiente primigenio del lobo, se han adaptado a las nuevas circunstancias y no necesitan la jerarquía, no ha ocurrido así. Siguen siendo en líneas generales muy jerárquicos.
El motivo de que, pese a la selección a la que han estado sometidos los perros, conserven esta características es que esta es de gran utilidad para el hombre. Y uno de los aspectos que demuestran que un perro esta adecuadamente jerarquizado es que se deje cepillar.
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